La siguiente foto, con frutos de physalis, es de marzo de 2017, en un puesto del mercadillo de Pisac, población del Valle Sagrado.
Como me ha ocurrido en otras ocasiones ha sido mi amigo Antonio Fernández Morales, el que un día se personó en el ekoVergel, y me llevaba una pequeña plantita. El me comentó: "El fruto de esta planta es muy apreciado en restauración …". No me entusiasmó mucho, pero al buscar información sobre ella, descubrí la cantidad de propiedades que posee. Sobre todo me llamó la atención la referente a la de regeneración del nervio óptico.
No os canso poniéndoos sus propiedades y composición; aquí os dejo algunos enlaces:
https://www.cocinasalud.com/propiedades-y-composicion-del-physalis-o-alquequenjes/
http://aguaymanto.blog.galeon.com/
Condiciones ambientales
En su estado natural es una planta herbácea perenne, que crece en zonas cálidas cerca de los Andes. La planta puede alcanzar una altura entre 0,6 m a 0,9 m.Pero para su cultivo y sobre todo a la hora de recoger sus frutos, es mejor disponerlas de forma vertical; aunque no es trepadora, queda muy bien con cuerdas, como hacen con los tomates en los invernaderos.
Esta planta no gusta de temperaturas bajo 0. En la zona de la Vega de Granada, que frecuentemente en invierno estamos a temperaturas bajo 0, no se da bien en campo abierto. Obviamente se puede recurrir a su cultivo estacional, sembrándola a final del invierno y cosechando en otoño; pero esto no es rentable. Lo interesante en sembrarla en un lugar protegido, donde se de un limonero allí podremos poner una uchuva. Así aunque en invierno sufra y pierda casi todas las hoja, en cuanto llegue la primavera estará floreciendo.
Por estas latitudes existe una planta muy parecida, pero la flor es bien diferente.
Si mantenemos la planta durante el invierno, tendremos frutos desde la primavera hasta el invierno; aunque hay que tener en cuenta que si el verano es muy caluroso tiene un cierto parón.
Las frutas son bayas del color naranja-amarillo, de forma redonda y 1.5 a 2 centímetros del diámetro, con un sabor peculiar agridulce de buen gusto; se presentan dentro de una cápsula, que si se abre con cuidado queda muy estética.
En la siguiente foto vemos a alumnado del Instituto Zaidín-Vergeles, que ha abierto su fruta para probarla.
Como podéis observar, la recolección no se realiza hasta que el envoltorio exterior esté seco, o al menos amarillo.
Nos has salido algunos frutos curiosos, dobles.
Su reproducción es muy fácil; de la primera planta que me dieron saqué esquejes, que enraizaron perfectamente. Además de las pequeña semillitas que hay dentro del fruto germinan sin ningún problema.